El estudio de la doctrina y de la jurisprudencia penal durante muchos años nos permite incorporar a la experiencia práctica el innegable valor que tiene la aproximación y el enfoque técnico y dogmático. Muy a menudo, ello permite nuevos enfoques y planteamientos diferentes de cuestiones y asuntos que ven reforzada su eficacia procesal y que, sin ese aporte conceptual o jurisprudencial seleccionado y específico, adaptado e interpretado en función de la cuestión que interesa, quedan sin argumentación, desarrollo o fundamentación suficiente.
Todo ello, desde la perspectiva exclusiva del tema concreto sometido a estudio y con el único objeto de hacer más eficaz y convincente su utilización ante Jueces y Tribunales. Ese enfoque que puede ser especialmente necesario en los recursos en sede penal y constitucional.